Fm Fuego dialogó con el Jefe de Terapia Intensiva del Cemep, Dr. Daniel Duarte para conocer cuál es la actual situación de la clínica con respecto a que en los últimos días se registró un incremento en la cantidad de casos positivos de Covid-19 en la provincia y el número de personas internadas por dicha enfermedad.
Duarte señalo que actualmente la provincia se divide en dos sectores epidemiológicos “Río Grande ahora está un poco más relajado en cuanto a los casos críticos, no así Ushuaia, que ahora está con una ocupación importante de camas en terapia intensiva”.
Sostuvo que “el virus todavía no se fue, los controles se relajaron un poco en las fiestas y eso hace que estemos teniendo una aparición de casos, muy progresiva y lenta, pero todos los días tenemos 1 o 2 casos que necesitan internación” y estimó que “esto va a seguir todo el año, tratamos de que el sistema no colapse”.
Sin embargó, aclaró “no estamos en la misma situación que en agosto, octubre o noviembre, cuando llegamos a una ocupación por encima del 90% en terapia intensiva en Río Grande, entre el HRRG y Cemep”.
Enfatizó que “va a venir una segunda oleada y hay que tener otro plan estratégico para que no colapse el sistema. En cuanto a la prevención, al inicio del tratamiento de los pacientes”.
Consultado sobre la lectura que ha hecho la clínica Cemep respecto de la pandemia en el año 2020 dijo “se hizo un estudio retrospectivo, observacional, descriptivo y analítico que ahora vamos a presentar en un congreso de Estados Unidos. Reflejando básicamente la experiencia, la cantidad de pacientes y valorando estos datos para que nos sirva para el acercamiento en cuanto al inicio del tratamiento en algunos pacientes”.
“Nosotros pudimos atender 176 pacientes en líneas generales, con una edad promedio de 53 años con bastante gravedad. Las comorbilidades más prevalentes fueron la obesidad, diabetes e hipertensión” expresó.
Señaló que “dentro de todas las variables que se analizaban, nosotros concluimos que en los pacientes con Covid la mortalidad estuvo relacionada con la edad, los días de evolución de la enfermedad y con el llene capilar deficiente, que tiene relación con el estado de deshidratación que presentan los pacientes” y agregó “si bien es una patología que afecta directamente los pulmones, es una enfermedad sistémica que los primeros días produce una gran degradación muscular y una gran deshidratación”.
Por ello, sostuvo “no es lo mismo el abordaje a un paciente de 20 o 30 años que uno de 60 o 70 años. Es diferente, al igual que el tratamiento en cuanto a los días de evolución”. En tal sentido comentó “eso es lo que comenzamos a notar, entre los que sobrevivían y los que no y el comienzo e inicio de síntomas”.
Detalló “aquellos que no sobrevivían tenían una atención inicial a los 10 días y quienes sobrevivieron tenían una atención media a los primeros 5 días” y destacó “un paciente que empieza con los síntomas y a su tercer día de evolución le hacemos un primer acercamiento, eso puede mejorar el estado de defensa e inmunidad sobre el proceso de enfermedad”.
Afirmó que la conclusión es que “los pacientes que concurren tardíamente a la consulta, que tienen una hipoxemia severa y que tienen un grado de relleno capilar deficiente, son los que se mueren” y agregó “aquellos que fallecieron y no mostraron cambios en la evolución de la enfermedad, fue porque se hizo un tratamiento tardío, iban a la consulta después de los 10 o 15 días”. Al respecto consideró “hay que modificar cosas en cuanto a la apreciación y a la valoración clínica”.
Mencionó que el promedio de edad de los fallecidos fue de mayores de 63 años.
Comentó que si bien no hubo personas jóvenes que fallezcan “tuvimos compañeros muy jóvenes con un gran compromiso sistémico y no había una coincidencia con una tomografía radiográfica totalmente infectada en forma bilateral” es decir “había personas jóvenes, entre los 30 o 40 años, que hicieron una gran diseminación virológica dentro de su organismo con una gran respuesta inflamatoria que quedaron con una miopatía muy terrible. Se recuperaron, en algunos casos requirieron internaciones más prolongadas”.
Por otro lado, consultado sobre la utilización del dióxido de cloro señaló que “todo lo que esté avalado por ANMAT y que esté avalado científicamente no tenemos ningún problema en aplicarlos. Pero estas situaciones todavía no se encuentran avaladas por el ANMAT y en segundo lugar, no tienen lineamientos científicos comprobados”.