Un tribunal de la ciudad israelí de Tel Aviv detuvo la subasta de un grupo de piezas de tatuaje que fueron utilizadas por los nazis para grabar los números de identificación en la piel de los prisioneros del campo de concentración de Auschwitz.
Se trata de ocho troqueles de acero del tamaño de una uña con agujas intercambiables que se clavaban en la piel de los detenidos haciendo presión para, posteriormente, aplicar la tinta. El kit era exhibido en la página online de una casa de subastas de Jerusalén por el valor de 40 mil dólares.
La venta se paralizó luego de que un grupo de sobrevivientes judíos del Holocausto presentara un recurso en la Justicia. "Debe de estar en un museo o centro del recuerdo de las víctimas de la Shoá y no en una subasta al mejor postor", señalaron a través de un comunicado antes de que el tribunal dictara la sentencia y expresaron que para ellos era "la huella de su propio sufrimiento".
Por su parte, el subastador Meir Tzolman, cuyo sitio web definía las piezas como "el artículo más impactante del Holocausto", se defendió al decir que su abuelo también fue un superviviente del horror nazi. "Yo soy el último que desea despreciar o minusvalorar el valor del recuerdo y el homenaje de las víctimas. Mi interés es que el objeto llegue a las manos adecuadas y no desaparezca de las páginas de la historia", afirmó.
Por su parte, Dani Dayan, presidente del centro mundial de conmemoración del Holocausto Yad Vashem, aseguró: “El comercio de estos artículos es moralmente inaceptable y sólo fomenta la proliferación de falsificaciones”.
Estos objetos fueron fabricados por la empresa alemana de productos sanitarios Aesculap, y es la colección más grande, entre tres que existen, que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Las otras dos se exhiben en el museo del campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, y en el Museo Militar de San Petersburgo, en Rusia.