Entre las nuevas flexibilizaciones que dispuso el Gobierno para la provincia, se anunció la apertura de bares y restaurantes durante la mañana y horas de la tarde, sólo hasta las 19 horas. Para conversar al respecto Fm Fuego se comunicó con Roberto De Amuchategui, propietario del restaurante ‘Leymi’.
En primer lugar, sostuvo que “no se entiende la medida y lo de los horarios” por lo cuál “nosotros hemos decidido no abrir nuestras puertas al público en el salón porque realmente nos preocupa mucho la situación, creemos que más allá de lo económico que es muy crítico, tenemos que preservarnos nosotros, los empleados y al público”.
“Hemos tenido un empleado que se contagió en su casa y tuvimos que cerrar durante 14 días, eso nos complicó muchísimo en lo económico, por eso si hoy abrimos al publico es mucho más el riesgo y tenemos que tratar de minimizarlos para no volver a atravesar esa situación” comentó.
Respecto de la atención en la tradicional casa de comidas dijo que “desde el mes de mayo venimos con delivery y retiro en el local, es poco, pero nos ayuda bastante. Las ayudas que da el gobierno sirven, pero tampoco alcanzan”. Manifestó que “nosotros dentro de todo la vamos llevando, pero el sector en general está muy complicado, estamos en contacto con todos los colegas y realmente es muy difícil a situación”.
En este sentido consideró que “más allá de la apertura es muy difícil, la gente no sale a comer como antes, entonces cuesta mucho. Incluso con el sistema de delivery, ahora hay que esperar un reacomodo de la gente y los horarios, cada vez que hay una medida como la que se tomó el lunes, se retrotrae todo de nuevo”.
En su caso particular, afirmó que “hoy estamos trabajando al 30% de lo que tendríamos que trabajar normalmente, con reducción de personal en jornadas, es un esfuerzo que estamos haciendo todos” ya que “la idea es mantener al personal, que nadie se quede afuera, todos nos tenemos que ir adaptando a esta situación”. Asimismo, destacó que “en lo que va de la pandemia, en septiembre y octubre, también la venta bajó respecto de los meses anteriores, cada vez se va agudizando más la crisis”.
En relación a los horarios de apertura, su lectura fue “es muy difícil estar en el lugar de quienes están manejando esta situación, porque si toman una medida para un lado, los critican, si la toman para el otro, también los critican” no obstante, evaluó “desde el lado estrictamente comercial, es ridículo que nos hagan cerrar a las 7 de la tarde, si tenemos los protocolos de seguridad al mediodía y a la noche es lo mismo, no entiendo el por qué; por qué en Ushuaia sí y en Río Grande no”. Del mismo modo, comparó la situación del sector gastronómico con respecto a las medidas que se toman en otros lugares con grandes concentraciones de personas como son los gimnasios y las fábricas.
Asimismo reconoció que la situación de pandemia supera el criterio de quienes toman las decisiones y mencionó que “uno pasa por una plaza y ve 50 chicos jugando sin barbijo, después van a la casa y los padres van a trabajar, es todo una cadena; las reuniones sociales siguen, la gente no entiende” por lo que afirmó “creo que como sociedad tenemos que ser más responsables”.