El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, aseguró este martes que las autoridades nacionales se encuentran “avanzando rápidamente” con sus contrapartes brasileñas en un “gran acuerdo bilateral”, con entendimientos que abarcarán puntos como el comercio -con una extensión del sistema de compensaciones de importaciones a 180 días- y el financiamiento para la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
“La relación no podría haber empezado mejor porque ya estamos avanzando en el gran objetivo de un acuerdo de integración profunda con Brasil que será muy beneficioso para ambos países en este contexto internacional de alteración, convulsión e inflación que exige que trabajemos más juntos que nunca”, afirmó Scioli esta mañana.
Tras la reunión que manutuvo ayer el presidente Alberto Fernández con su flamante par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Scioli anticipó que se reunirá hoy con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira.
“Soy el primer embajador al que recibe en consonancia con lo que ha hecho Lula con Alberto”, señaló Scioli, quien precisó que la reunión se centrará en avanzar con los detalles del acuerdo bilateral.
Agregó que, tras la asunción de Lula en Brasil, “se viene una gran integración energética, industrial, financiera y agroalimentaria”, dado que “están todas las condiciones para darle un gran envión” a la relación entre ambos Estados.
Vínculo bilateral Argentina-Brasil
Tras destacar que aún con las dificultades en la relación durante la presidencia de Jair Bolsonaro, desde que asumió la Embajada se logró revertir una relación que se encontraba en el “peor momento de la historia”, reinstalando a Brasil como primer socio comercial.
Scioli enfatizó que “el hecho de que los dos presidentes tengan una gran armonía personal y política, y que instruyan a sus ministros para avanzar en este objetivo facilita mucho todo”, y afirmó que, si bien a largo plazo el objetivo es apuntar hacia una moneda única, en lo inmediato se buscará “potenciar el sistema de pagos en monedas locales” con Brasil.
Con su instrumentación, el embajador indicó que las compensaciones de las importaciones pasarán de ser diarias a un plazo de 180 días, lo cual –explicó- “va a permitir descomprimir las reservas de forma inmediata para las importaciones mientras venga la próxima cosecha y se finalice el gasoducto”, además de posibilitar que no haya “ningún tipo de restricciones en el comercio bilateral".
La medida, que está siendo delineada entre los bancos centrales y las carteras económicas de ambos países, traerá también un beneficio a Brasil al “aumentar el comercio bilateral con la Argentina”.
Gasoducto Presidente Néstor Kirchner
En este sentido, Brasil financiará la segunda etapa de la construcción a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de ese país.
“La segunda etapa nos va a permitir exportar cada vez más gas a Brasil que lo necesita y a precios más competitivos de los que compra actualmente porque las reservas de Bolivia están declinando”, indicó.
En concreto, el BNDES se encuentra trabajando –ya desde los últimos meses de la gestión de Bolsonaro- en la parte técnica para financiar los insumos que se adquieran a Brasil para la construcción del Gasoducto, según señaló Scioli, quién afirmó que este acuerdo “también descomprimirá el uso de reservas”.
La segunda etapa del gasoducto se extenderá por 583 kilómetros desde Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, hasta San Jerónimo, en Santa Fe.
Los trabajos en la segunda etapa permitirán ampliar en un 25% la capacidad del sistema nacional de transporte de gasoductos troncales, poniendo en valor las reservas de Vaca Muerta.
Intercambio comercial
Por su parte, en diciembre último, este con Brasil volvió a ser superavitario para la Argentina con leve saldo favorable de u$s4 millones, por lo que extendió la tendencia registrada en noviembre luego de 11 meses consecutivos de déficit, de acuerdo con cifras difundidas ayer por el Gobierno del vecino país y reseñadas por la consultora Abeceb.
De cara a 2023, Abeceb analizó que "el retorno de Lula a la presidencia y la reunión bilateral con Alberto Fernández durante su primer día de mandato -así como la confirmación de un segundo encuentro hacia fines del corriente mes- han incrementado las expectativas de un 2023 en el que podría profundizarse la relación bilateral con Brasil".