El Banco Central (BCRA) ratificó este jueves los actuales niveles de tasa de interés de 75% anual y decidió no aplicar aumentos, luego de que los últimos dos datos de inflación marcaron una desaceleración frente al máximo de 7,2% mensual de julio.
La decisión del Banco Central se conoció luego de que se difundiera el dato de inflación de septiembre, que anotó un 6,2% mensual. Esta variación fue menor al 7% de agosto. El mercado, según informó la entidad en su relevamiento de expectativas, esperaba que en el mes el registro estuviera en torno al 6,7%. Para octubre, se espera que el indicador se mantenga todavía por encima del 6%, principalmente motivado por la presión de los alimentos.
No obstante, la entidad monetaria dijo que "continuará monitoreando la evolución de los precios en el marco del proceso de normalización de la política monetaria".
En ese sentido, señaló que el Directorio de la entidad, que contó con el expresidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, como nuevo integrante, "decidió mantener sin cambios la tasa de política monetaria, a partir de la evolución de los precios registrados en septiembre, especialmente del indicador IPC Núcleo, cuya variación de 5,5% se ubicó por debajo del índice general".
"La autoridad monetaria considera que la tasa de referencia contribuye a consolidar la estabilidad financiera y cambiaria y continuará monitoreando la evolución de los precios en el marco del proceso de normalización de la política monetaria", afirmó el Central en un comunicado de prensa.
En el mismo aseguró que el Directorio "presta especial atención a la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y la dinámica del mercado de cambios".
"Este accionar se complementa con una coordinación con el Ministerio de Economía de la Nación para que la estructura de tasas de interés del BCRA presente una relación razonable con las letras del Tesoro Nacional", agregó.
Por último, dijo que la entidad "continuará empleando activamente la tasa de interés de política monetaria y la estructura de tasas pasivas y activas reguladas, así como todos los demás instrumentos disponibles", de forma tal de "controlar atentamente la evolución de los agregados monetarios, así como las intervenciones que apuntan a evitar una excesiva volatilidad financiera que pudiera repercutir negativamente en la formación de precios".
El Central aplicó la última suba de tasas hace un mes, cuando elevó en 550 puntos básicos la tasa de política monetaria, que pasó de 69,5% a 75% anual, y que impactó en remuneración de los depósitos a plazo fijo, las tasas de interés para créditos y otros costos de financiamiento en pesos.
Aquella fue la tercera suba de tasas de interés que aplicó en un plazo de dos meses, luego de que el 28 de julio subió 800 puntos la tasa de Leliq, que pasó de 52 a 60% anual, y el 11 de agosto fijara una suba de 950 puntos, para alcanzar el 69,5% anual.
Sin embargo, la suba de tasas está afectando la demanda de crédito en pesos, lo que busca reducir la presión de empresas y familias de bienes y servicios y, así, frenar la inercia inflacionaria de los últimos meses, aunque a riesgo de enfriar el nivel de actividad.
Cuánto rinden los plazos fijos
La suba de tasas busca -entre otros objetivos- aumentar el incentivo al ahorro en pesos, de modo que los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos para personas humanas se fijaron en 75% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos.
Esto representa un rendimiento de 107% en términos efectivos anuales, mientras que el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado (personas o empresas) tendrán una tasa mínima garantizada de 66,5%, lo que representa una tasa efectiva anual de 91%.