El hecho ocurrió el 21 de octubre de 2021 en el baño del Hospital Regional Río Grande, mientras el acusado se encontraba en funciones.
Durante el juicio, Carabajal no negó los hechos, pero sostuvo que hubo consentimiento y solicitó la absolución. Sin embargo, el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego rechazó su recurso de casación el 25 de agosto de 2023.
En su voto, la jueza Edith Cristiano afirmó: “Considero acertada la condena dictada por el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte por hallarse suficientemente probadas -superando toda duda razonable- las conductas endilgadas a Carabajal en perjuicio de ‘B’”.
La defensa insistió en que la relación fue de común acuerdo, pero la víctima denunció el abuso y sostuvo que fue “abusada por la fuerza”. Según la Justicia, su testimonio se mantuvo firme a lo largo de todo el proceso.
En su fallo, la jueza destacó que “Los expertos informaron no haber observado durante la actividad pericial ningún elemento que les hiciera considerar que el relato fuera poco creíble” y subrayó que la denunciante sostuvo “en lo esencial” la misma versión desde el inicio del caso hasta el juicio.
Otro factor clave para la sentencia fue la discapacidad de la víctima, quien tiene hipoacusia bilateral neurosensorial profunda y una incapacidad parcial del 45%.
Sobre este punto, la magistrada sostuvo que “su declaración debe analizarse con especial atención cuando es mujer, pues debe juzgarse con perspectiva de género, y en este caso también con perspectiva de discapacidad…”.
La defensa llevó el caso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, argumentando la “arbitrariedad” de la condena y cuestionando la veracidad del relato de la víctima.
Sin embargo, los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti desestimaron el planteo y ratificaron la sentencia de ocho años de prisión para Carabajal.