El fiscal Juan Manuel Dávila pidió investigar por presunto falso testimonio a Juan Guarino y Tomás Colazzo, dos amigos del grupo de rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa.
La Fiscalía lo reclamó ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores en su alegato. Sobre ellos sembró dudas en su declaración como testigos, ya que omitieron brindar detalles sobre lo qué pasó estando ambos en el lugar de los hechos.
Guarino había declarado como testigo que vio una pelea pero se fue del lugar sin precisar detalles y aseguró que no pudo ver sobre la golpiza.
Aunque sin dar descripción de lo ocurrido aquella madrugada, el joven sobreseído en todo momento sostuvo que los rugbiers eran recurrentes en generar peleas y que "estaba cansado" de que eso ocurriera.
Tomas Colazzo también estuvo en el lugar a metros de donde golpearon a Fernando Báez Sosa, y si bien nunca estuvo imputado, la sospecha es que omitió dar detalles sobre lo qué pasó en el lugar y luego de los hechos la conversación que tuvo con los implicados.
En ese entonces el joven tenía apenas 17 años y nunca fue reconocido por testigos, amigos o cámaras de seguridad que haya participado del crimen, pero sí se lo observó estando frente al boliche Le Brique.