El ministerio de Salud de la Nación tomó la decisión de reajustar las estrategias de vacunación contra el sarampión, la rubeola y paperas (Triple Viral) y la poliomielitis (IPV). Sucede que, a tres semanas de iniciada la campaña, y cuando falta la misma cantidad de tiempo para su finalización (el próximo 13 de noviembre) solo se inoculó al 27.5 por ciento de la población objetivo.
“La idea a esta altura era poder haber alcanzado el 50 por ciento. Pero eso solo se logró en algunas provincias. Todavía falta poder avanzar en la mayor parte del territorio ”, le dice a Ámbito el subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, Juan Manuel Castelli.
P.: ¿Cuáles son las estrategias para poder generar mayor conciencia?
J.C.: Hay una comparativa del 2018, cuando pasó más o menos lo mismo. Que hubo que hacer mayor estrategia para facilitar el acceso a la vacunación y el conocimiento para que los padres tengan más acceso más allá de que están todos los vacunatorios disponibles. Estas jornadas que tienen que ver con micro planificaciones a nivel jurisdiccional. La Provincia trabaja mucho con los municipios y se llevan actividades para convocar a gran cantidad de niños. Y se articula. Por más que bajes una planificación taxativa, están las realidades de cada lugar.
P.: ¿Cuáles son las provincias donde se logró alcanzar el objetivo?
J.C.: En Jujuy hay un 61 por ciento de la cobertura. En Salta también está por arriba del promedio. Los mimo en Santiago del Estero y La Rioja. Hay otras que todavía están demoradas, pero estamos trabajando porque la preocupación es de todos. Estamos reformulando las estrategias y avanzando en poder ir a los jardines para tener un mayor avance ya que de 2.322.000 chicos, solo se vacunaron 638 mil.
Periodista: ¿Por qué considera que aún no se pudo alcanzar la población objetivo?
J.C.: El propio éxito de la vacuna hizo que hoy no tengas casos o que tengas brotes muy chicos como el que se dio en 2019. Hay que entender que Argentina es uno de los 33 países que está libre de sarampión, pero cuando vas a ver qué pasa con en el mundo, la mitad de los países no tienen el mismo status. En Argentina tenemos un calendario de vacunación muy fuerte.
P.: ¿El éxito provoca un problema?
J.C.: Lo que pasa es que los padres hoy ven como algo lejano los casos de sarampión y polio y saben que hay una percepción de riesgo pero quizá demoran el momento de llevar a los chicos a vacunar. Por eso tenemos que trabajar para fortalecer ese acceso. Porque las vacunas están y la capacidad para vacunarse, también. Pero hay que hacer que eso se convierta en dosis aplicadas.
P.: La deja del Departamento de Inmunizaciones de Mendoza, Iris Aguilar, habló de que hay padres que consideran que la vacuna no es necesario. Y aún peor, médicos que dicen lo mismo. ¿Se pudo constatar esto?
J.C.: Hay una falsa percepción de que las dosis no son necesarias. Pero hay explicar que sí lo son. Eso es parte de lo que se releva. Existen las familias que expresan eso, pero nosotros no hemos constatado lo de los médicos. La Sociedad Argentina de Pediatría impulsa la campaña y ha sacado comunicados en torno a la importancia. La realidad es que los pediatras trabajan para eso. Por eso necesitamos fortalecer que son dosis necesarias e importantes.
P.: Se esperaba un 50 por ciento de la población objetivo y se llegó a poco más de la mitad. ¿Cuál es la proyección para el 13 de noviembre?
J.C.: La proyección es trabajar. Yendo a Córdoba, Jujuy, Salta y todas las provincias que haga falta para seguir fortaleciendo. Adaptar la vacunación a las oportunidades de acceso de los padres, Sin generar temor sino conciencia de riesgo ya que la política del temor no sirve. Es importante entender que vacunar también es una acción solidaria ya que cuando uno vacuna también está ayudando a otros. Los chicos inmunosuprimidos lo viven de otra manera y la forma de protegerlos es vacunando a los demás.