Una polémica nota publicada por El País, de España, critica que "un país grande de 40 millones de habitantes" reclame "unas pequeñas islas del lejano Atlántico Sur".
En una nota firmada por el escritor y periodista John Carlin, residente en las Islas Malvinas, el diario El País, de España, hizo un dura crítica de los reclamos argentinos comparándolo irónicamente con el partido en el que el Barcelona goleó al Milan.
El artículo, titulado "El fútbol versus la estupidez", Carlin considera al reclamo argentino sobre las Islas como una "épica idiotez". De esta manera, pone en tela de juicio que "un país grande de 40 millones de habitantes" luche por "unas pequeñas islas del lejano Atlántico Sur donde viven 2.500 seres humanos, 49 mil ovejas y 450 mil pingüinos".
Tras una breve introducción, Carlin relata cómo se vivió la remontada del Barcelona contra el Milan en Malvinas. "El fútbol dejó en evidencia la mezquindad, el cinismo, la deshonestidad y la capacidad de engaño o auto engaño de líderes que se erigen como defensores de la dignidad de sus pueblo", expresa el escritor.
Tras elogiar el juego del Barcelona y al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, Carlin invita a comparar ese partido "con la niebla de irracionalidad que envuelve las mentes de sus compatriotas cuando entran en juego las Islas Malvinas".
"El caso Malvinas es que concentra de manera especialmente nítida la inexorable estupidez de la especie, su habilidad para generar problemas y conflictos e incluso guerras donde no hay necesidad alguna", argumenta el periodista de El País. "Argentina con las Malvinas llega a extremos pocas veces vistos en la rocambolesca historia de la humanidad", agrega.
Carlin sostiene que el pueblo argentino "no entiende que las tierras se han conquistado y las banderas se han colocado a base de fuerza y sangre desde siempre". Y justifica su pensamiento diciendo que "México no reclama Tejas, Francia no reclama Inglaterra, Marruecos no reclama España".
La polémica nota asegura que en la población argentina "ha sido sometida desde la infancia a un lavado de cerebro" que "se convierte en un artículo de fe cuasirreligiosa, un signo de identidad nacional".
"Perdieron la guerra y ahí podría haber acabado. Pero no. Siguen, dale que dale, marionetas en las manos de los medio cínicos, medio locos gobernantes de turno", opina Carlin, que espera que Argentina gane el Mundial de 2014 "por si se les pasa un poco".