El atropello ocurrió a diez días de las elecciones alemanas, un proceso electoral marcado por un intenso debate sobre la inmigración, tema que también está presente en la campaña. Además, el ataque se produjo un dia antes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, evento internacional que contará con la presencia de representantes gubernamentales de todo el mundo y una fuerte presencia policial.
El primer ministro bávaro, Markus Söder, calificó el suceso como un ataque deliberado y pidió aumentar la seguridad en eventos públicos. La policía continúa con las investigaciones para esclarecer las motivaciones detrás de este ataque.