Especialistas del Instituto Leloir y del Conicet lideraron el primer estudio que analizó el perfil molecular de biopsias de tumores y la historia clínica de más de mil pacientes de Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay, lo que además de su valor descriptivo sin precedentes, permitió confirmar qué indicadores son los que permiten hacer mejor un pronóstico y, por tanto, indicar un tratamiento.
El trabajo, que fue publicado recientemente analizó de manera exhaustiva las características moleculares, clínicas y patológicas del cáncer de mama en estadio avanzado de 1.071 pacientes de hospitales públicos y privados de dichos países.
"La importancia radica en que no existían descripciones tan detalladas y con tanta calidad de los tumores de las pacientes latinoamericanas, y en particular de las del Cono Sur", indicó la doctora Andrea Llera, líder del estudio regional e investigadora del Conicet en la Fundación Instituto Leloir (FIL).
Llera remarcó que en la región se trabaja con datos de pacientes que vienen de otros países, "entonces las recomendaciones médicas se realizan teniendo en cuenta la evidencia que ya está publicada con otras poblaciones que son mayormente europeas o norteamericanas".
En ese contexto, la especialista señaló que "una duda que surge de esto es si lo que se aplica para esas poblaciones es adecuado para nosotras y nosotros porque puede haber diferencias originadas a nivel genético o a nivel ambiental que hagan que los tumores sean distintos".
"Lo que podemos decir ahora a partir de nuestro trabajo es que la biología de los tumores de mama latinoamericanos es similar a la que está descripta en otros países y esto es un dato porque por más que se sospechara porque los medicamentos funcionaban, no estaba demostrado a nivel de las caracterizaciones moleculares que realizamos con nuestro estudio", detalló.
La importancia dle estudio
Gracias a esta pormenorizada descripción molecular de los tumores cruzada con la historia clínica de las pacientes que fueron seguidas durante cinco años, las y los investigadores concluyeron que "algunos marcadores -indicadores que se utilizan para clasificar pacientes y en base a eso definir una terapia- que se usan normalmente no son tan buenos como pronóstico y otros que están apareciendo ahora en otras partes de mundo son buenos para nuestros pacientes también".
Concretamente, Llera explicó que "hay perfiles de expresión de genes de los tumores (como las firmas moleculares tipo PAM50 y otras) que permiten discriminar mejor el riesgo de una paciente de tener una recurrencia del tumor dentro de los cinco años que otros marcadores que se utilizan actualmente en los hospitales".
"También fue importante haber comprobado que en nuestras pacientes hay un subtipo que tiene el sistema inmune presente dentro del tumor y por ello son candidatas a terapias más complejas, como las inmunoterapias, que probablemente no sean fáciles de aplicar en el sistema público de salud pero que es importante saber que pueden funcionar", sostuvo.
Por su parte, el investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de FIL, Osvaldo Podhajcer - quien fue co-responsable del estudio como coordinador por Argentina de la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (Lacrn)- indicó que "desde otra perspectiva pudimos ver diferencias en la evolución de la enfermedad dependiendo del país".
"En algunos de los países de la región el riesgo del fallecimiento como resultado de la enfermedad es mayor que en otros y estas diferencias también se aplican para ciertos subtipos de cáncer cuya evolución es diferente dependiendo del país", señaló.
El especialista dijo que ahora se está analizando "en qué medida estas diferencias están asociadas con características particulares (por ejemplo ancestría genética) o si responden a otra causa".
Como conclusión final, Podhajcer expresó que "lo más llamativo del trabajo es confirmar que a pesar de que el análisis estadístico indica que globalmente la evolución de las pacientes con cáncer de mama sigue en líneas generales un patrón similar al de otras latitudes, existen diferencias entre países en la evolución de ciertos subtipos de cáncer de mama que pueden servir para la implementación de potenciales tratamientos que sean diferenciales según el país o la característica de la mujer afectada".
"Es decir que hay que apuntar a una medicina personalizada que es la fuente y el 'leitmotiv' de este estudio. Darle a cada paciente el tratamiento adecuado en el momento adecuado", afirmó.
La Red Lacrn
En paralelo la revista "Frontiers in Oncology" publicó un trabajo adicional de la Red Lacrn sobre los aspectos sociodemográficos asociados a la enfermedad del cual los doctores Llera y Podhajcer también son co-autores.
Ambos investigadores destacaron que el trabajo es fruto de un inédito y consolidado consorcio regional integrado por casi medio millar de profesionales de la salud y de la ciencia del país y de América Latina.
"Hay que agradecer a todo el personal de salud, investigadores y sobre todo a las pacientes que pusieron su cuerpo a disposición de la investigación de una manera absolutamente desinteresada", afirmó Llera.
Además de la financiación del Centro de Salud Global del Instituto Nacional de Cáncer (NCI) de Estados Unidos para el estudio sobre los subtipos de cáncer de mama en América Latina, a nivel local el consorcio recibió apoyo del Ministerio de Ciencia, la Fundación Argentina de Nanotecnología y el Instituto Nacional del Cáncer de Argentina.
La red argentina también está integrada Elmer Fernández, del Cidie-Conicet y Universidad Católica de Córdoba y cuatro hospitales con sus respectivos coordinadores del estudio: el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo de la UBA (doctora Mónica Castro); el Hospital Municipal de Oncología Marie Curie de la Ciudad de Buenos Aires (doctoras Cristina Rosales y Elba Alcoba); y los hospitales Interzonal de Agudos Eva Perón y el Municipal Diego Thompson, ambos en San Martín y coordinados por la doctora Inés Bravo.