En línea con lo anunciado en septiembre pasado, el Gobierno alemán informó que nacionalizó la empresa comercializadora de gas natural Uniper luego de que la Unión Europea (UE) diera luz verde a un rescate de 34.500 millones de euros para recapitalizarla, a través de una ampliación de la intervención estatal en el sector energético para evitar escasez como resultado de la guerra en Ucrania.
El Estado alemán se hizo con el 99% de la propiedad de la compañía y Uniper, que hasta ahora estaba controlada por la compañía Fortum, con sede en Finlandia y en la que el Gobierno finlandés tiene la participación mayoritaria, seguirá contando con la misma administración.
Uniper acumuló pérdidas a medida que Rusia reducía los suministros de gas natural a los países europeos en el marco del conflicto con Ucrania iniciado el pasado 24 de febrero porque se vio obligada a comprar gas a otros proveedores que lo cobraban más caro que Moscú, a fin de poder cumplir con sus contratos.
Esto disparó los precios del combustible necesario para calentar hogares, generar electricidad y mantener la industria en marcha; lo que provocó temores a cierres de negocios, racionamiento y una recesión con la llegada del frío.
La estrategia alemana por la crisis energética
La recapitalización de Uniper está en línea con la decisión del Gobierno de tomar el control de tres refinerías en Alemania propiedad del gigante petrolero ruso Rosneft e implica una ampliación de capital inmediata en efectivo de 8.000 millones de euros, que se suscribirá a un precio de 1,70 euros por acción y fue aprobado un capital de 26.500 millones de euros, que Berlín desembolsará por tramos hasta el 2024, con un primera etapa de 5.540 millones.
Sin embargo, la CE declaró que Alemania se comprometió a elaborar una estrategia de salida para finales de 2023, con el objetivo de reducir su participación en Uniper a no más de 25% más una acción para finales del 2028 a más tardar.
Por otro lado, en el marco de esta estrategia de reactivar el sector energético ante la crisis internacional, a mediados de noviembre, Berlín anunció que nacionalizaría la filial germana del gigante gasístico ruso Gazprom, intervenida por el Estado desde el pasado abril. Así, Alemania busca resolver la crisis energética que atraviesa desde que se desató la guerra.