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Alberto Fernández: "Es un día de tristeza y tributo a las víctimas de la violencia institucional"

El presidente Alberto Fernández dijo hoy que “el Estado no está para ser violento, sino para hacer justicia”, durante el homenaje que el Estado argentino le hizo a las víctimas de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, en un acto en el que el mandatario descubrió una placa recordatoria de los fallecidos en aquellas jornadas que estará emplazada en la entrada de la Casa de Gobierno.
“El Estado no está para ser violento, sino para hacer justicia. Lo que uno debe hacer es escuchar, no disparar tiros”, aseguró Fernández en la ceremonia que se llevó a cabo en la explanada frontal de Casa Rosada.
Sobre la actuación del Poder Judicial ante aquellos hechos, cuestionó que la intervención de la Justicia "tardó en llegar veinte años y llegó mínimamente" porque "ninguno de los condenados fue por los homicidios, sino por delitos menores", reprochó.
"Y llegó veinte años después, porque los que debían firmar el fallo sabían que esta Plaza (de Mayo) se iba a colmar de gente clamando justicia. Quisieron acallar esas voces", añadió el Presidente en referencia a los integrantes de la Corte: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.
Fernández formuló estos conceptos acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla; y frente a los familiares de las víctimas de la represión desatada durante los últimos días del gobierno del radical Fernando De la Rúa.
Durante el acto se descubrió una placa conmemorativa y el Presidente anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que establece un beneficio reparatorio, en concepto de indemnización, a los familiares de las víctimas o a las personas que hubieran sufrido graves lesiones como consecuencia de la represión desplegada en las manifestaciones del 19 y 20 de diciembre del 2001.
Fernández había asumido el compromiso de elaborar dicho proyecto durante un encuentro que mantuvo en Casa Rosada el pasado 1 de diciembre con un grupo de familiares.
“Hoy es un día triste. Es un día en el que los argentinos nos enlutamos por la muerte impuesta a muchos argentinos. Es un día de recuerdo y memoria”, afirmó.
Fernández también aseveró que era necesario “rendirle un tributo a las víctimas de la violencia institucional que se desató en el mismo momento en el que el pueblo salió a la calle a decir basta porque no aguantó más el pesar de un modelo económico que solo traía pobreza”.
Tras mencionar la crisis de la Convertibilidad, recordó que el 20 de diciembre de 2001 "cuando el pueblo vino a esta plaza (por la Plaza de Mayo) se encontraron con caballos, gendarmes, balas de goma y de plomo que se llevaron la vida de muchos argentinos".
"Los argentinos estábamos mal y salimos a quejarnos. Y muchos de los que salimos terminaron su vida ese día por la brutalidad del Estado. Por la incapacidad del Estado de dar respuesta y por algo que hay que desterrar para siempre, que es la violencia institucional", puntualizó.
Fernández manifestó que era "propicio que el Estado nacional, institucionalmente, se hiciera cargo de lo ocurrido y que no pasara como un día más (sin ese reconocimiento estatal de la represión de aquellas jornadas), como una marcha más de gente que busca reivindicar la Justicia que nunca llega".

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