Integrantes de fuerzas de seguridad locales retiraron este sábado los cuerpos de las cuatro víctimas del accidente protagonizado el viernes por un avión sanitario a poco de despegar del aeropuerto de la ciudad fueguina de Río Grande, informaron fuentes judiciales.
Las tareas fueron supervisadas por miembros de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) que llegaron esta madrugada a la provincia y, horas después, se abocaron a los primeros peritajes sobre la aeronave siniestrada.
"Los peritos trabajaron desde temprano en los análisis iniciales. Una de las prioridades por supuesto fue retirar los cuerpos calcinados de los restos del fuselaje, que quedaron ubicados a unos 300 metros del final de la pista", explicaron los voceros consultados.
El avión LearJet 35 de la empresa Flying América SA completó el despegue y voló unos pocos metros antes de inclinarse y caer bruscamente contra el suelo, según puede verse en uno de los videos de las cámaras de seguridad del aeropuerto fueguino.
La filmación de apenas siete segundos de duración permite observar a la aeronave pasar a gran velocidad a varios metros del suelo y en dirección ascendente, hasta que una de las alas se inclina casi en ángulo recto hacia el piso y entonces la nave pierde altura bruscamente.
El vuelo había partido a las 8:45 desde el Aeropuerto de San Fernando y, tras una escala en Comodoro Rivadavia (Chubut), había llegado a Tierra del Fuego sin novedades, trasladando a un bebé de cinco meses y su familia. El accidente sobrevino cuando la nave despegaba de Río Grande con el objetivo de regresar a Buenos Aires.
El comandante Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vittore, el médico Diego Ciolfi y la enfermera Denis Torres García fallecieron en forma instantánea, se informó oficialmente.
El personal de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), junto a los integrantes del cuartel de Bomberos Voluntarios de Río Grande, lograron el viernes por la noche la identificación y el retiro de las cajas negras y las baterías del avión, según informó el municipio local a través de un parte de prensa.
A raíz del accidente, se abrió una causa penal ante el Juzgado Federal de Primera Instancia de Río Grande, a cargo de la jueza Mariel Borruto, con intervención del fiscal federal Marcelo Rapoport.